La agricultura de precisión
La
agricultura de precisión se basa en el manejo especifico de un área de cultivo,
para ello se utilizan herramientas tecnológicas como el posicionamiento global,
dispositivos de distribución de riego, fertilizantes y plaguicidas variables,
sensores climatológicos y de cultivo. La información es plasmada en mapas
digitales sobre los cuales se toman decisiones de manejo. Según Plant (2001),
el uso de la agricultura de precisión está supeditado a los beneficios
económicos y define tres criterios para que esto se cumpla: (1) que la
variabilidad de los factores dentro del área de cultivo influyan en la
producción final, (2) que las causas de la variabilidad puedan ser
identificadas y (3) que la información obtenida pueda ser usada para mejorar
las prácticas de manejo del cultivo y mejorar la productividad.
Para la
agricultura de precisión, Blackmore (2007) ha identificado tres tipos de
variabilidad los cuales son los más representativos para la implementación de
esta tecnología. El primero de ellos la variabilidad espacial que puede ser
vista de manera sencilla como los cambios que se presentan en un lote de
tierra. El segundo aspecto importante identificado es la variabilidad temporal,
la cual se refiere a la forma diferencial en la que actúa el tiempo con
respecto al cultivo en sus diferentes fases (crecimiento, desarrollo,
producción). La tercera idea a destacar es la variación predictiva la cual se
centra en explicar la forma en que varía los resultados previstos por el
agricultor aplicando una serie de actividades con los resultados de producción
real en el cultivo.
Una gran
herramienta de la agricultura de precisión son los mapas de producción mediante
los cuales es posible definir cuales áreas del cultivo que presentan una
adecuada producción y cuales áreas requieren análisis especial, donde deben
aplicarse correctivos en busca del objetivo deseado.
Es
importante recordar que la agricultura de precisión no puede dejar a un lado la
parte administrativa en este sentido Karina (2011) comenta que “La agricultura
de precisión debe contar con cuatro elementos administrativos reducción de
cantidades aplicadas (limitantes económicas, legislación y limitantes
ambientales); incremento de la eficiencia (minimizar perdidas, mejorar el
margen bruto, y minimizar el impacto ambiental); sistemas de administración
(SIG, sistema de soporte de decisiones, historia y modelos de cultivos);
mejoras en el control (GPS, información georeferenciada, controladores y
monitores de rendimientos)
Importancia de la agricultura de
precisión
La
agricultura de precisión tiene como objeto optimizar la gestión de una parcela
desde el punto de vista
Agronómica:
ajuste de las prácticas de cultivo a las necesidades de la planta (ej:
satisfacción de las necesidades de nitrógeno).
Medioambiental:
reducción del impacto vinculado a la actividad agrícola (ej: limitaciones de la
dispersión del nitrógeno).
Económico:
aumento de la competitividad a través de una mayor eficacia de las prácticas
(ej: mejora de la gestión del coste del estiércol nitrogenado).
Además, la
agricultura de precisión pone a disposición del agricultor numerosas
informaciones que pueden:
Constituir
una memoria real del campo.
Ayudar a la
toma de decisiones.
Ir en la
dirección de las necesidades de trazabilidad.
Mejorar la
calidad intrínseca de los productos agrícolas (ejemplo: índice de proteínas en
el caso de los trigos panificables).
Las etapas y
los instrumentos
Podemos
distinguir cuatro etapas en la implementación de técnicas de agricultura de
precisión que tome en consideración la heterogeneidad espacial:
Geolocalización de la información
La
geolocalización de la parcela permite superponer sobre esta última las
informaciones disponibles: análisis del suelo, análisis de los restos nitrogenados,
cultivos anteriores, resistividad de los suelos. La geolocalización se efectúa
de dos formas:
Delimitación física con ayuda de un GPS a bordo, lo que
requiere el desplazamiento del operador hasta la parcela.
Delimitación cartográfica tomando como base una imagen aérea o
satelital. Para garantizar la precisión de la geolocalización, estas imágenes
de fondo deben adaptarse en términos de resolución y de calidad geométrica.
La caracterización de la
heterogeneidad
Los orígenes
de la variabilidad son diversos: el clima (granizo, sequía, lluvia, etc.), el
suelo (textura, profundidad, contenido de nitrógeno fósforo y potasio),
prácticas de cultivo (siembra sin labranza), malas hierbas, enfermedades.
Varios indicadores permanentes (principalmente relacionados con el suelo)
permiten al agricultor mantenerse informado sobre las principales constantes
del entorno. Otros indicadores puntuales lo mantienen informado sobre el estado
actual del cultivo (desarrollo de enfermedades, estrés hídrico, estrés
nitrogenado, encamado, daños provocados por las heladas, etc.). Las
informaciones pueden proceder de estaciones meteorológicas, de sensores
(resistividad eléctrica del suelo, detección a simple vista, imágenes
satelitales, etc.). La medición de la resistividad, completada mediante
análisis pedológicos, desemboca en mapas agropedológicos precisos que permiten
tomar en cuenta el entorno.
La toma de decisiones: dos estrategias que se pueden
adoptar frente a esta heterogeneidad
A partir de
los mapas agropedológicos, la decisión sobre la modulación de los insumos en la
parcela se efectúa en función de dos estrategias:
El enfoque preventivo: se basa en un análisis de los
indicadores estáticos durante la campaña (el suelo, la resistividad, el
historial de la parcela, etc.),
El enfoque de gestión: el enfoque preventivo se actualiza
gracias a mediciones periódicas durante la campaña. Estas mediciones se
efectúan:
mediante muestras físicas: peso de la biomasa,
contenido en clorofila de las hojas, peso de las frutas, etc.,
mediante proxy-detección: sensores a bordo de
las máquinas para medir el estado del follaje pero que requieren la agrimensura
total de la parcela,
mediante teledetección aérea o satelital: se
adquieren imágenes multiespectrales y se tratan de forma que se puedan elaborar
mapas que representen diferentes parámetros biofísicos de los cultivos.
La decisión
puede basarse en modelos de ayuda a la decisión (modelos agronómicos de
simulación de los cultivos y modelos de preconización), pero depende ante todo
del agricultor, en función del interés económico y del impacto sobre el
medioambiente.
Implementación de prácticas para
compensar estas variabilidades
Las nuevas
tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) permiten que la
modulación de las operaciones de cultivo dentro de una misma parcela sea más
operativa y facilitan el uso por parte del agricultor. La aplicación técnica de
las decisiones de modulación requiere la disponibilidad del material agrícola
adecuado. Se habla en este caso de VRT o de tecnología de índices variables
(ejemplo de modulación: siembra con densidad variable, aplicación de nitrógeno,
aplicación de productos fitosanitarios). La implementación de la agricultura de
precisión es más sencilla gracias a los equipos instalados en los tractores:
Sistema de
posicionamiento global (por ejemplo, los receptores GPS que utilizan las transmisiones
vía satélite para determinar una posición exacta sobre el globo terrestre);
sistema de
información geográfica (SIG): programas que ayudan a manipular todos los datos
disponibles;
material
agrícola que pueda practicar la tecnología de los índices variables
(sembradora, abonadora).
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